Crítica de Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017)
por Gladyc, la despechada.
Como
toda mujer, me emociona una flor, un te quiero, mil cosas. En este caso, me
emocionó la película de la mujer maravilla (A.K.A. la mujer wonderwoman). Yo
soy débil y fuerte a la vez, con virtudes defectos y qué, como toda mujer, como
aquella y usté y también como la mujer wonderwoman que es como toda mujer como
todas como aquella y usté, y como yo, que escribo esta crítica de cine y no soy
la Catalina Dlugui, sino que soy la Gladyc (A.K.A. La Resentimiento), por eso
no pienso como ella que:
“el guión se extiende mas de la cuenta y el horror esta de parte de los alemanes y las armas químicas, Ares esta personificado en un político ingles… Entretenida, con una buena actualización del uso del lazo dorado, buen diseño del traje de la heroína, con romance triste, efectos especiales justos, su único “pecado” son las casi dos horas y media de duración. Entretiene y ya vendrán las secuelas.”
En
primer lugar no pienso como la Catalina porque yo pienso que tanto el verbo
“está” como el adjetivo “inglés” y el
adverbio “más” se escriben con acento (aunque, claro está, en este último caso,
diacrítico). En segundo lugar, no pienso que le sobre nada a la película. O, en
todo caso, le sobra un poquito una historia de amor, un “te amo wonderwoman
aunque estés sorda por las explosiones de Ares que es el dios de la guerra etc”,
porque a la mujer maravilla no le hacen falta los hombres para la
autosatisfacción sexual, tal como le comenta Chris Pine que queda chiquito en
la película, no sólo porque es petiso sino porque es una cosita chiquita al
lado de la mujer maravilla que no necesita de los hombres para el placer. No
como una, que extraña tanto y sufre tanto por amor. Por algo ella es la
wonderwoman, porque la tiene clara.
Así
que, para concluir, a esta película le voy a poner 5 atilios y le resto uno por
la historia de amor que para mí es innecesaria. Aunque, por otro lado, también
es una película de Hollywood y Hollywood no hace más que contar siempre la
misma historia, el maldito amor romántico. Como para no arruinarnos la vida. Siempre nos vende el mismo cuento y nos la creemos
como idiotas y sufrimos por amor y por desamor y desengaño por favor volvé conmigo,
quereme un poquito te prometo que voy a cambiar quién te va a querer como yo
sin vos la vida no tiene sentido y demás. Pero esas reflexiones mejor se las
dejo a La Resentimiento, que escribe en otros lados (aunque seguramente la invitaremos a compartir sus experiencias en este blog), para no confundir a los
lectores. Así que se entiende que por ser una peli de Hollywood no puede no
vendernos esa idea del amor que es lo único que Hollywood hace, así que se lo
perdono y le sumo el punto que le resté y quedan, por ahora, cinco atilios.
El
error más grave de la película, por el que sí le voy a restar otros dos
atilios, es que el nombre de la madre de la Diana, muy por el contrario de lo
que una como espectadora se podría esperar, se llama Hippolyta. Eso para mí que
no permite mucho la identificación de las niñas como una porque la madre de
quién se llama Hippolyta. Mucho muy distinto hubiera sido si la madre de la
Diana, la mujer wonderwoman, se hubiera llamado Martha, como la madre del
Supermán y como la del Batmán, eso sí que hubiera tenido sentido. Ah, ahí sí
que hubiera logrado la identificación, porque la Martha se puede llamar la
madre de cualquiera, a pesar de que, como ya expliqué, la mía se llama Mónica
(besito, besito) pero tengo una tía que se llama Marta, pero sin hache, y quién
no tiene una tía o una madre o una gata o un algo que se llame Martha o Marta. Pero no, la
de la mujer maravilla se llama
Hippolyta ¿a quién se le ocurre? Así que le resto dos y van 3 atilios
por ahora.
Otra cosa que sí me
gustó es que ella sea un chonguito, que use ropa de varoncito y no entienda por
qué las ropas de mujeres, los corsé y demás, son tan incómodos que no le
permiten a una levantar la pata para encajar una buena patada en la geta.
También me gusta cómo termina reclutando a todas las gentes defectuosas para ir
a la guerra. Es como en una película de Pixar la conformación de una comunidad
de afectos de los defectuosos, de los marginales. Yo creo que eso le gana a la
pedorra historia del amor romántico con Chris Pine (A.K.A. Steve Trevor) que ya
dije que para mí sobraba. Por eso le sumo un atilio y también le resto uno que
es el que ya le resté, así que van 4 atilios aproximadamente. También en esta
película está la Claire Underwood (A.K.A. Robin Wright) que acá se llama
Antiope, no se entiende por qué y ya no usa esos estiletos tan lindos como
cuando es presidenta o vicepresidenta o embajadora o primera dama, acá no es
nada de eso, pero igual está y en vez de amenazar gente, como hace cuando usa
estiletos, acá le anda clavando unas lanzas largas a las gentes como diciendo acá
la más poronga soy cho, como también le dice a Francis Underwood como cuando le
dice “yo te hice presidente, pelotudo”, que en realidad lo de “pelotudo” no se
lo dice, sino que lo agregué yo, es como una licencia poética. Y no se entiende
muy bien cómo pasa de ser presidenta o vicepresidente o primera dama o
embajadora a ser en la mujer maravilla la hermana de la reina amazona o la tía
de la princesa amazona, que vendría a ser la mujer maravilla, que se llama
Diana Prince, aunque, como ya dije, debería llamarse también Martha. Así que por eso le
sumo un atilio y le resto también un atilio, que me da como resultado 5 atilios
de puntaje de esta película (que sería un total de 5 sobre 5 atilios), la de la wonderwoman que es como toda mujer,
excepto que ella no necesita de los hombres y quien escribe no hace más que
sufrir por amor, aunque no se llame La Resentimiento, sino Gladyc, que tampoco
es la Catalina Dlugui.
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