miércoles, 10 de diciembre de 2014

La columna de Poronga #4

Hoy: Las ventajas y desventajas del Bukkake.
Por Poronga Giménez
Poronga ya llegó, nuevamente está, brillando fuerte llegó, Poronga. Hola amigas, bienvenidas de nuevo a otra columna de Poronga. Conmigo, Poronga de América. Esta semana les voy a seguir contestando sus dudas, por las que tan amablemente me escriben, me llaman a mi casa, me persiguen por la calle, se meten en casa, me llevan en el baúl del auto, como el otro día que me tuvieron secuestrada maniatada uno de mis grupos de fans, las Poronguitas de Poronga oficiales me vendaron me llevaron a un lugar donde me maniataron y me pegaban con un látigo hasta que yo les daba los consejos sexuales que me pedían. Y bueno, tantas otras demostraciones de cariño, amor y comportamiento psicótico que siempre me brindan mis queridas poringuitas. Esta semana voy a contestar la consulta de Martha de Parque Chacabuco que me dice:

Mi muy estimadísima Poronga Giménez,
me dirijo a Ud. para consultarle sobre los métodos más prácticos para realizar un Bukkake, porque me está costando cada vez más conseguir la cantidad suficiente de porongas, Poronga. Cómo le hago? Sin otro particular, la saluda atentamente, Marta de Parque Chacabuco.


Mi querida Martha, para un buen Bukkake no se necesita ser una gran organizadora de eventos ni recurrir a apretadísimas agendas. Todo lo que necesitamos son unas cuantas porongas, además de la de tu marido ¡pero ojo! que el éxito de un buen Bukkake no está tanto en la cantidad sino en la calidad. Lo que hay que chequear más que la cuantía de porongas, es la densidad de los huevos. Lo que yo te recomiendo es que empieces a frecuentar lugares en donde se coja poco, así te asegurás unos huevos bien cargaditos de leche, por ejemplo, podés probar con algún congreso científico. Pero ojo, chicas, que también tenemos que ser precavidas y no atorarnos de Bukkakes porque hay momentos del año en los que pueden empezar a escasear los huevos llenos de leche. Para esas épocas de huevos flacos te recomiendo un truquito que es mi mejor secretito: tenés que juntar todo el semen que se pueda en las épocas de huevos gordos y, para tener provisiones para las etapas de sequía de leche, lo hacés disecar. Lo podés poner sobre un papel aluminio y lo dejás a la sombra en un lugar no húmedo, así se seca todo y queda algo así como un polvito -si me permiten la expresión, chicas-, después lo ponés en un frasquito, lo guardás en la alacena y listo, ya tenés tu propio Bukkake instantáneo hecho con la receta de la abuela. Para esos momentos en donde escasean los congresos y una no sabe de dónde sacar la leche, recurrís al frasquito, sacás el polvito, lo hidratás con unos chorros de agua y listo! Tenés tu propia conserva de semen hecha en casa y con tus propias manos -si me permiten la redundancia- que podés disfrutar con tu marido tirándole un poquito a él en su cara y otro poquito vos y después se besan y se resfriegan las caras todas llenas de las leches de gentes encumbradas. Así que, amigas queridas, no dejen de disfrutar de toda la leche que puedan, pero siempre guarden un poquito para el frasquito, porque el que ahorra leche nunca le falta la misma. Y no se olviden: todo lo que no es puede llegar a ser, como te ven te tratan y si te ven sedienta de Bukkake ten-lle-nán el frasco! Chau-chau!

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