no son guapas son de madera

Voy a decir sólo dos o tres cosas porque verdaderamente ya me tienen cansada y nunca me hacen caso así que parece que les estoy hablando a las paredes que verdaderamente no hablan ni escuchan las paredes porque están hechas de ladrillos y cemento y revoque fino o, en su defecto, de barro y revoque de barro como la casa de mi abuela. Por eso, podemos acordar que con las paredes no se puede hablar. Si ustedes no fueran paredes que no escuchan coincidiríamos en que las paredes no escuchan y por eso con ellas no se puede hablar, pero bueno. En fin, voy a hacer el esfuerzo por última vez.

1 - No te gastes todo el presupuesto contratando tres actrices caras que no sirven para nada como la Florencia Bertoto, la Aracelga Gonzale y la Isabela Maceda que no pueden actuar ni de sí mismas y cobran carísimo y después no te queda plata para el resto del elenco o para las escenografías que te salen espantosas o para la apertura que la tenés que hacer con escenas del primer capítulo como si estuviéramos en los noventa o para el peinado de Mercedes Morán, pobrecita, que le quedó horrible.

2 – Contratá guionistas, por favor, no te creas que te las podés arreglar solo ni que una telenovela se escribe sola. Tomate el trabajo, por favor, de explicarle a esas pseudoactrices caras al pedo que contrataste cómo son sus personajes así se enteran. Presentenlás entre sí, pobrecitas, así se conocen, porque cuando cenan juntas imitando Sex & the City parece que grabaran la escena por separado y en distintos momentos y después la editaran, como si no estuvieran en el mismo lugar, cada una actúa su propia novela.

3 – No copies tan alevosamente a la novela de la competencia del mismo horario en el otro canal, no le uses los mismos exactos recursos como ser poner en pantalla los recursos tecnológicos como los mensajes de textos, los whatsup, las cartas documentos, los mensajes de humo o los telegramas. Y no hagas exactamente lo mismo: si el otro programa son cinco varones protagonistas, acá ponés a cinco mujeres, disimulá un poquito y poné a cuatro o a seis, para que no se note tanto. Además, no es lo mismo poner a hombres que a mujeres, porque vas a estar cayendo en la misoginia todo el tiempo.

4 – Pensá un poquito más antes de armar a los personajes, no pongas lo primero que se te ocurra. Si querés cinco mujeres que sean distintas, no hace falta caer en la obviedad más obvia de poner una alcóholica, una azafata careta, una mujer de barrio con un mechón de pelo grasa, una conductora de noticiero y una estudiante de medicina que vendría a ser Floricienta porque nadie le avisó que ya no estaba grabando floricienta sino otra tira y que su personaje era otro. Pensá un poquito más y tratá de armar personajes con rasgos más sutiles y no tan obvios, porque además caés en la misoginia: la alcohólica porque su marido no la soporta, la solterona porque es insoportable, la otra es mala porque no puede tener hijos, la azafata es un atorranta que anda con señores casados y roba joyas y la bertoto que hace de la Bertoto. Ni un personaje copado. Ni uno.

5 – Por último, y no te lo repito más: Mike Amigorena no! Por favor no! Mike Amogorena no, por lo que más quieras te lo pido, poné a cualquiera pero no a Mike, por favor no. No.