Karina Zampinis, la Meryl Streep argentina.

Resulta que Rodolfo Bebán es el dueño de una empresa de mudanzas y su hijo Sebastián Estevanez (que se llama Roco o Coco o Moco, no sé) se casa en México con una chica, el otro hijo es Mariano Martinez (que se llama Pito o Vito o Quico, no entendí bien) lo odia que lo quiere cagar a trompadas no se sabe bien por qué. También está Sol Estevanez que también es hija y se llama Vagina o Regina o Gallina, no sé porque hablan todos medio cruzados que no se les entiende. El otro hijo es Juan Dartés que no sé cómo se llama pero todavía no sabe que es hijo de Rodolfo Bebán que se llama Antonio. Y la Karina Zampini creo que es la madre de Rodolfo Bebán que creo que se llama Milena o Malena o Melena, que a su vez parece que va a resultar que también es hija de Bebán y por eso no se puede casar con Estevanez que vendría a ser su medio hermano y Bebán sería como su porpio nieto (o abuelo, no sé). El asunto es que la novela es tan mala que termina siendo muy buena y Karina actúa tan mal que termina siendo una excelente actuación para darle todos los oscares con esas caras exageradas cuando Estevanez (Sebastián, no Sol) se está bañando y ella le pone las manos por la espalda y le susurra te la mamo o te amo o tomamo u otomano, algo le susurra y después desaparece y él se da cuenta que en realidad Karina Zampinis estaba en su imaginación, que ella no era real, y por eso podía ser la madre y la hija de su padre o su madre, etc. El primer capítulo terminó con Betana Blum manejando un taxi a las puteadas, Bebán muriéndose en el hospital y un montón de ex-chicos excrismorenos que son ladrones de joyas y hacen orgías varias, así que promete mucho. Lo mejor, como siempre, es la Karina genia total Zampini, alma de cualquier telenovela en la que actúe. Lo pior, que no le pusieron el nombre que de verdad iba a tener, Ruta de amor.