domingo, 20 de febrero de 2011

Una novela escrita con la punta de la chota. Capítulo dos.

Se corrió un rumor en estos días y me veo en la obligación de aclararlo. Esta novela la estoy escribiendo de puño y letra. Y cuando digo puño me refiero a puño. No es verdad de ninguna manera que malgaste cuadernos enteros en la escritura de esta novela porque la escriba, literalmente, con la chota. Digo esto para que después no me acusen de falocéntrico, que quiere decir darle al falo que significa poronga una importancia desmedida, es decir, más importancia que la que en verdad tiene. Esto no quiere decir para nada que no tenga ninguna importancia pues, como sabrán si leyeron el capítulo anterior de esta novela, la poronga tiene una enorme importancia en la historia de Juan, que es el protagonista. Habíamos quedado justo ahí, entonces, en el debut sexual de Juan. Habíamos dicho que salió y se emborrachó y al otro día no se acordaba nada hasta que empezó a notar que le dolía el culo. Hasta ahí habíamos llegado. Cuando digo habíamos, en plural, en realidad debería decir había, en singular, porque me refiero a mí porque soy yo el que está, como le dicen, narrando. Pero digo habíamos, en plural, para incluirlos a ustedes y ver si así acaso se sienten un poco comprometidos con la historia y me leen esta novela que la estoy escribiendo con la punta de la chota.

Entonces habíamos quedado en mi debut sexual que fue por el culo aunque no me lo acuerde debido a una de mis más tempranas amnesias por emborrachamiento. Pero en realidad todo eso de mi debut sexual es mentira porque no es lo que me pasó a mí sino a Juan que es un personaje de una novela que es ésta, algo así como un sujeto del enunciado y yo que hablo soy un yo de la enunciación. Hay también otro tipo que es el autor que acá ni pincha ni corta porque sirve sólo para poner la carita en la solapa cuando esta novela salga en formato libro que él piensa que va a salir y no sabe que ya dijimos en el capítulo anterior que no va a escribir su novela él, o yo que soy como una especie de narrador, o Juan, que es el personaje, no sé cuál de los tres, pero no la va a escribir la novela esta.

Pero ahora para no embrollarnos, retomemos la historia de Juan que venimos ya bastante atrasados con eso y tenemos que llegar a narrar cómo Juan se convierte en transexual y peluquera. ¿Eso le pasaba a Juan? ¿o le pasaba al sujeto de la enunciación que soy yo? ¿o le pasaba al otro flaco que es el autor que ni lo conozco?

yo ya me perdí

pero ¿a quién me refiero cuando digo yo?

Mejor dejamos por ahora acá y después si se me clarifica un poco la seguimos en el capítulo tres que es el próximo y de paso aprovecho para recargar de tinta la chota.

1 comentario:

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