miércoles, 27 de octubre de 2010

Censo.

La verdad, señor censista, es que no sé qué contestarle. Hoy no tengo un buen día, señor censista. Me levanté temprano y no pude despertarme, seguí durmiendo despierto. Ya no sé si vivo solo o vivo con alguien, no sé si estudio o trabajo, si tengo agua potable o cocino con electricidad. No sé, señor censista, no me haga tantas preguntas que me abruma. No sé en qué año estoy, no sabría decirle, porque quedan finales por rendir y la verdad, le confieso señor censista, no sé si quiero recibirme, creo que no quiero estudiar más. Es que mi vida está en una crisis que incluye todo, dudo de todo y todo lo que antes eran certidumbres ahora son acasos, son dudas, signos de interrogación. Ya no puedo afirmar nada con certeza, señor censista, y usted me viene a preguntar si alquilo o soy propietario, si mi piso es de cerámico, si vivo solo o tengo baño compartido. No sé, señor censista, la verdad es que no puedo contestarle ahora. Quizá deba venir otro día y me encuentre con mis cosas un poco más resueltas. Piénselo.
Espere, no se vaya, señor censista, no me contó nada de usted, necesito conocerlo un poco mejor para poder responderle. Espere.

1 comentario:

  1. buenísimo. y así fue. estamos tan solos. la viuda hablando de lo bueno que era su marido. la mujer que no ve a su pareja porque él trabaja demasiado. el hombre que quería que figurar que él era abogado. la que justifiacaba por qué, todavía, mantenía a su hijo de cuarenta. un censo, una estadística, una intromisión en la soledad de otros... si con la planilla viniera también un abrazo...

    ResponderEliminar

Recortar en la línea de puntos
..................................