No puedo dormir, creo que
estoy insomne. Tomo tecito de tilo y pienso si en algún momento voy a dormir.
Hoy volví a fumar. Mucho. Me siento muy solo, no lo estoy (supongo) pero me
siento así. O sí lo estoy, porque siempre estamos solos. Tengo que valorarme
más, pero pa qué, cómo, por qué. Hoy siento que no valgo. La pena. U otra cosa.
Que no valgo. Que no me solo. Que no me nada. Tengo la manijita del sexo
anestesiada, paralizada. La manijita de la escritura también. Si no, no
escribiría esta chorrera de incoherencias que ni para diario íntimo sirven.
Quiero hacerme cargo de mi parálisis, de mi incompletitud, dejar de mirar fijo
la pared esperando hacerme viejo. Porque me hago viejo. Y la pared sigue ahí. Y
yo mientras tanto. Tampoco sé, por otro lado, por qué uso tanto punto y
seguido. Qué razón tiene. Qué razón tengo. O si no tengo que buscar una razón.
Porque la razón es algo malo. Caca. O porque ya la perdí hace tiempo y solo me
queda el capricho, el ansia, la soledad constitutiva de mi personalidad. Y
estas ganas terribles de llorar sin poder hacerlo casi nunca.
(15/1/16)
(15/1/16)
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