drama-queen

No sé escribir. No puedo. No me sale nada. Estoy seco por dentro de tanto llorar. Se me salió la humedad en llanto y desconsuelo. Tengo un alma melancólica. O, mejor, melodramática. Si es que tengo un alma, cosa que dudo. No, no dudo, estoy seguro. Tengo, entonces, un algo melodramático que no es alma porque no tengo pero sí es algo. ¿Será cuerpo? ¿Un cuerpo melodramático que llora lágrimas de semen? ¿Un cuerpo con disfunción eréctil por la melancolía? ¿Un cuerpo que es casa velatoria, que es duelo imposible de vidas imposibles? ¿Un cuerpo no cartesiano, un cuerpo que guarda recuerdos en forma de forúnculos que estallan en llantos y semen y melancolía? No, mejor melancolía no. Melodrama, que es un poco menos terrible, más simpático y catártico, no tan suicida. Un cuerpo-melodrama que estalla en una lluvia de llanto y semen que nos moja y nos humedece el alma que no tenemos.