El Muro

Die Wand (Julian Pölsler, 2012)

Basada en el bestseller mundial de 1963 de la austríaca Marlen Haushofer, con colores atractivos, delicadeza sin talento que transcurre con una monocorde voz en off, variedades climáticas y exquisita fotografía de buena realización. Olvidable y mal adaptada, hoy en día, pesada, anacrónica, sin truculencia alguna. Sólo para fanáticos.

Hasta aquí me poseyó el espíritu de la dlugi la catalina. Ahora vuelvo a ser yo, o sea, otro espírito como ser por ejemplo el de la ubfal o la tauro o la baños o la rocasalvo sex-symbol de los adolescentes que viene del verbo adolescer de algo, agarrar algo y adolescerlo, hacer que algo adolezca, agarrar un adolescente y hacerle algo, yo adolezco, tú adoleces, vosotros adolezcáis, etc.. Esta película no me gustó. Es como si fuera un resumen de la novela recitado con voz en off y con imágenes (muy bonitas, es cierto) que ilustran lo que dice el texto de Haushofer, los fragmentos. No se aprovechan en lo más mínimo las posibilidades expresivas de la imagen o de la conjunción de imagen y sonido, porque está demasiado atada al texto. Otra cosa muy molesta es el uso del sonido, que debería haber sido estrictamente diegético para darle un ambiente de despojo brutal a la puesta en escena. En cambio, se usa una música de violines para acompañar los periplos de la protagonista que no tiene absolutamente nada que ver. También hay momentos de silencio, en los que se corta el sonido ambiente para generar emotividad, intriga, sordidez, truculencia, como por ejemplo cuando aparece el hombre que le mata al perro, que están muy mal usados, son feos y molestos. También cada vez que se acerca al muro se escucha como un chirrido, chillido, aullido, lamido, que vedría a ser el sonido del muro que también es muy feo. Puntaje: 1 atilio y medio, sólo porque algunas imágenes son lindas y porque algunos de los fragmentos de Haushofer mantienen cierta fuerza.