Carnival of Souls (Herk Harvey, 1962)
Órganos de tubos y muertos que están vivos. Ominosidad y vivos que están muertos.
Dos años posterior que Psicosis, seis años antes de La noche de los
muertos vivos, esta película clase B pasó desapercibida en su
momento pero resultó de una enorme influencia posterior, con escenas
de escalofriante sordidez y, por qué no decirlo, intrigante
truculencia, cuenta la historia de una chica que después de un
accidente va a una ciudad cercana a un antiguo carnival abandonado a
trabajar de organotubista en una iglesia ¿qué más
escalofriante, intrigante, ominoso y, por qué no decirlo,
truculento, que un órgano de tubo satánico-eclesiástico? Empieza a ver fantasmas y de a poco a
darse cuenta de que vive como en otra dimensión y que la gente no la
ve ni la escucha. No quiero adelantar el final pero basta con sugerir
que aunque ella no diga “I see dead people”, tendría que hacerle
alguna consulta a Bruce Willis a ver si le aclara un poco su panorama,
¿nocierto?
Puntaje:
5 atilios, un peliculón con recomendación de publicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recortar en la línea de puntos
..................................