2011.

El 2010 metió la cabeza en el horno. El 2011 se acercó desde atrás y, disimuladamente, prendió el gas. Ese fue el trágico final del 2010. La policía lo caratuló como suicidio. Lo vamos a recordar como si hubiera sido un buen año, como si se hubiera portado bien y no hubiera peleado con sus compañeritos en el jardín. Tampoco fue tan malo, es cierto, hubo años peores. Pero bueno, ya habrá tiempo de fotos color sepia y jornadas en homenaje.
Pero seamos justos con el pobre 2010. Si no hubiera existido el puto 2010, no acaecería nunca este 2011 que ya lo tenemos encima, porque viene primero el 2010 y después el 2011, como me enseñaron en la escuela a mí cuando era chiquito y contaba con los dedos. Sin 2010, no habría 2011.
Pero el 2010 ya quedó atrás junto a su cinturón de castidad. Este 2011 que se viene es una puta pervertida. Sabe que no hay nada más allá que el 2012 y quiere cogerse su propio ombligo, enchastrarse, sodomizarse la oreja izquierda.
Recibamos, ahora sí, a este 2011 tan prometedor con el culo dilatado y ensalivado. Que nos entre de una este 2011, que nos invada, nos corrompa, nos sodomice la oreja derecha, nos pervierta, nos muestre la pija por webcam, nos ate a la cama para adentrarnos de prepo.

Oh, sí, 2011, así, más, más, 2011, por ahí, sí, así.