martes, 24 de noviembre de 2015

inacabando íntimo diario

(c. octubre 2010)

Querido diario:
Me siento una nena de quince años enamoradiza dibujando corazones para después escribir letritas adentro mandando cartitas haciéndome el disimulado poniéndome tímido disimulando no mirar a los ojos sonrojarme desarmarme chocarme ahogarme atragantarme agramaticalizándome escupiendo sangre susurrando tequieros a nadie.

Querido diario:
Me vuelvo tonto e involuciono al mono que alguna vez fui, al mono que no dejé de ser, aunque vestido de filólogo, disfrazado. Soy un mono psicoanalizado que todavía confunde amor con placer, placer con deseo, deseo con necesidad de protección, necesidad con ganas, ganas con aburrimiento, aburrimiento con amor, amor con deseo, con placer, con ganas, con necesidad, con amor. Soy un mono que piensa mucho para ser un mono, que no para de pensar, de enroscarse, de desenroscarse y enroscarse de nuevo. Un mono artificial, antinatural, artificioso, antinaturoso. Un mono que quiere rascarse la cabeza, olerse el sobaco y meterse un dedo en el ano. Un mono que está cansado de pensar, que está cansado de las anáforas y está cansado de la tercera persona gramatical, quiere ser primera pero no puede. Los monos no tienen alas y están condenados a evolucionar. O tal vez, si tenemos suerte, no tanto.

Querido diario:
Hoy estoy confundido: ¿No se supone que debo anotar las fechas en las que escribo esto para que se entienda el ‘hoy’ anterior? Soy tan desordenado y tengo una letra tan de mierda que no entiendo lo que pienso, que no leo lo que oigo, que no escribo lo que escribo y me como la señal de tránsito por chicato y me estrello a toda velocidad contra una pared imaginaria.

Querido diario:
Hoy es un día par de un mes que cae en el nudillo del dedo de algún año que no es bisiesto porque si no me hubiera enterado. Tengo una mañana que me desarma ni bien el primer café y debo esperar hasta la noche para volver a armarme y ponerme mi armadura de cartón corrugado. Soy un poco hinchapelotas cuando estoy enamorado, pero nunca sé si estoy enamorado, así que no sé si soy hinchapelotas o no. Tengo ganas de irme un rato de mí mismo, desparramar mis pedazos y no poder armarme. Que me falte una pieza ¿esa pieza sos vos?

(c. octubre 2010)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recortar en la línea de puntos
..................................