sábado, 11 de julio de 2015

capítulo #20: 50 sombras de NATILIO

Capítulo 20
LAS CINCUENTA SOMBRAS DE NATILIO o de cómo perder la virginidad con la puesía


Cuando Juan se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. O cuando Pedro se despertó. O el que todavía estaba era Pedro. O Juan. Que le decían del dinosaurio porque era anticuado. Entonces el que se despertó fue Pedro. Y el que todavía estaba era Juan, el dinosaurio. Echado en la cama con las manchas de sangre de la desfloración anal. Sí, Juan era virgen. O había sido, si utilizamos bien los tiempos verbales. Ya no lo era, había sucumbido a las estratagemas del BDSM de Pedro, había entrado a su cuarto repleto de látigos y arneses, esposas, sogas, de todo. Juan había sucumbido a los encantos de Pedro, pero también ante el mundo del sadomasoquismo que le generaba temor, incertidumbre, pero al mismo tiempo lo atraía sobremanera. También había sucumbido al dildo de dos puntas. En resumen, lo importante de la escena es que Juan había sucumbido. Y ahora Pedro le quería hacer firmar el contrato de sumisión y Juan estaba que sí que no, que no sé si te lo firmo, que la cláusula de confidencialidad me la banco pero esta cláusula que dice que me vas a meter ratoncitos por el ano me da un poco de impresión, prometeme que los vas a higienizar bien a los ratoncitos, quiero que eso figure en el contrato. En definitiva, a Juan no lo terminaba de sucumbir el contrato, así que quería esperar y hacer todas las modificaciones necesarias para que lo sucumba completamente. Pero para eso tenemos que esperar el siguiente capítulo.

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