Las locas aventuras de Natilio

Para los desprevenidos, les queremos aclarar que el nombre Natilio surge de la suma de los dos autores de este proyecto (que explicaremos en próximas líneas): Natalia y Atilio. Claro que en realidad al juntar estos dos nombres queda el 100 % del nombre atilio y sólo un 10 % de natalia que sería la N y una letra A consecutivas y algunas coincidencias esporádicas como la I y la L. Es decir que si a Natilio le sacamos Natalia te queda Atilio, pero si a Natilio le sacamos Atilio te queda N que es la inicial del nombre natalia tomada en N elementos agrupados de M en M. Entonces pensamos que mejor era ponerle Natilia, así tenemos -ATILI- del nombre Atilio y NAT-LIA del nombre Natalia, es decir un 90 % de Natalia y un 90 % de Atilio. Cuestión que nuestro proyecto de verano consiste en escribir una novela juntos porque los dos somos de capricornio y entonces por eso necesitábamos fusionar nuestros dos nombres para que sea el autor de la novela y ahí nos quedó natilia. Así que por ahora lo que tenemos es el nombre tentativo del work in progress que es las locas aventuras de natilio; en el trayecto estuvimos pensando también en otros nombres que quizá sirvieran más para vender la novela en las editoriales y que te la presente Oprah como “Ebrios de poder”, “Presos de sus mentiras”, “Sedientos de sensualidad” “Novelando por un sueño”, Soñando por novelar” o “Ruta de amor” pero nos pareció que el mejor era las locas locas aventuras de Natilio. La idea es que cada uno escriba un capítulo distinto como este primero que estoy escribiendo yo y que vendría a ser el prólogo que es donde se suelen explicar estas cuestiones y después va a venir un capítulo escrito por Natalia que será seguramente en verso porque si hay algo que caracterizará a esta novela escrita en colaboración es que los dos escribimos completamente distinto, porque yo escribo en prosa densa y cargada de subordinadas, peripecias, ablativos absolutos, anagnórisis, descripciones, puntos suspensivos y otros recursos propios de la prosa novelesca y Natalia, en cambio, escribe poesía, así que sus capítulos (que seguramente serán los impares en tanto de los pares me encargaré yo) los escribirá en verso como a ella le gusta y con esos recursos retórico-poéticos tan refinados como los encabalgamientos, los hiperbatones, las cesuras, las metáforas y las sinestesias. A mí esos retórico-poéticos no se me dan para nada, por eso pensamos que mejor ella escribía en poesía y yo escribía en prosa. Lo único que sí me gusta es la anáfora que es empezar siempre con lo mismo porque te ahorra trabajo, pues ya tenés medio hemistiquio hecho antes de empezar, sólo te tenés que escribir uno y medio más y listo el pollo. Así que de todo eso se va a encargar esta novela que se llama las locas locas aventuras de Natilio cuyo argumento impensado, impensable, insospechado, insospechable insólito, insolitable y novedoso será introducido por Natalia en el próximo primer capítulo que lo escribe ella porque es uno impar porque es el número uno. No se lo pierdan.