27/12/11
Me desperté por los lengüetazos del perro en la cara.
Por la tarde, me invadieron las hormigas hambrientas en el patio mientras intentaba huir del estruendo de la tele todo el día prendida a todo volumen y clavada en TN o Canal Rural.
Acá me siento más gordo, debe ser porque me lo están señalando todo el tiempo.
Los pueblos natales nos han hecho mal, mucho mal. Y las gentes de los pueblos natales, que muchas veces suelen ser parientes y sangre de nuestra sangre misma, nos señalan todo lo que ya nos señalamos nosotros mismos, pero con más énfasis. A LA MIERDA CON LOS PARIENTES. Y por más sangre de su sangre que sean, los voy a terminar haciendo morcilla.
ResponderEliminar