viernes, 12 de agosto de 2011

-novela (e)pistola(r)- capítulo dos.

Queridísima amiga Teta Custarota:

Esperé y esperé tu respuesta y nunca me contestastes. ¿Te llegó la carta que te envié? Ay, Teta querida, no sabés cuánto me acongoja que no me hayas respondido. Vivo atribulada por la posibilidad de que te hayas enojado conmigo. No puedo dejar de pensar en mis palabras hacia ti buscando algo que haya podido ofenderte, Teta adorada, y no se me ocurre nada. Pero algún gesto, alguna palabra, algún círculo habrá en las razones que pivotean tu pensamiento autocontradictorio.
Quizá tampoco me contestes esta carta, pero necesito escribirte, Teta de mi corazón, necesito descargarme. Tengo un problema que pivotea mis tribulaciones, Teta. Estoy gorda. Me siento Moria Casán, camino como Moria Casán, bailo como Moria Casán, hablo como Moria Casán. No sé cómo hacer para cuidarme y dejar de subir de peso si cuando llego a casa después de ir a la peluquería de Miguelito Romano no encuentro más que facturas, masas finas, bizcochitos de grasa y toda variedad de productos de alto contenido proteico que pivotean mi sala de estar, mi dormitorio, mi cocina, Teta. Las golosinas me persiguen: chocolates, alfajores, bombones y huevitos con sorpresa me pivotean hasta en sueños. Todo el tiempo pivotean, pivotean. No hacen más que pivotearme. Me van a volver completamente loca. Por favor, Teta, no me prives de tu amistad. Es menester que me respondas cuanto antes para saber que aún sigo contando contigo. No me dejes ser Moria Casán, Teta, pivoteame un poco si es que seguimos siendo amigas.

Te quiere y respeta, 
con cariño y sacrificada bondad,
tu amiga,

Poronga Gimenez. 

3 comentarios:

  1. buena historia. si bien yo soy peruano, he visto las películas antiguas de Moria Casán .... que mujer.

    ResponderEliminar
  2. Hay que ver el lado positivo, por lo menos todavía no tenés la pelada de Moria.

    ResponderEliminar
  3. pero tenés que ver el alien baqueteado en el que se convirtió y las cosas espantosas que dice la moria actual.
    cierto, estoy gordo como moria pero tengo el pelo de la klosterverga ¡qué pelazo! qué bueno que miguelito romano tiene un criadero de albinas para hacerme pelucas!

    ResponderEliminar

Recortar en la línea de puntos
..................................